A Gianni Bugno le respeto como el gran ciclista que fue, pero no comparto su opinión sobre la Vuelta. Estuve 40 años vinculado al mundo del ciclismo como corredor y como director y he visto a los italianos y a los corredores extranjeros parar las etapas cuando venían a España, pero en las Clásicas, el Giro y el Tour no decían nada. Los conductores y los pilotos no son perfectos y han cometido errores en las tres grandes, incluso hace cuatro años en el Tour con el atropello a Flecha y a otros dos corredores. Hay 150 ciclistas juntos y con que se caiga uno puede arrastrar a más de treinta, y eso ocurre desde que el ciclismo es ciclismo. Se han disputado etapas con diez centímetros de nieve y con un descenso con tramos de grava en Giro y Tour, y nadie dijo nada. Bugno debe protestar, pero no de esta forma.

La etapa de hoy termina con la subida a Brañavieja y el final en la Fuente del Chivo. Los primeros quince kilómetros no son duros, pero los últimos cinco sí van a exigir a los corredores. El Escudo animará para probarlo, pero hay treinta kilómetros llanos entre las dos subidas. Y Estacas de Trueba puede tener un descenso peligroso. Todo se decidirá en la subida al Chivo, pero entre los gallos habrá pocas diferencias, como en Andorra.