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Sampaoli busca y busca sangre chilena por Europa

Francisco Rodríguez. Sampaoli trata de encontrar sangre chilena para fortalecer su selección. Hurga en los árboles genealógicos, detrás de cada esquina, en un intento casi desesperado por descubrir sus particulares diegocostas. A los seleccionados nacidos en Chile, con un peligroso deje xenófobo, no les gusta la idea. Pero Sampaoli no se mueve de su búsqueda. Ni siquiera pese al rechazo de algunos captados. Le pasó con Zárate. Y le ha vuelto a pasar ahora con el suizo Francisco Rodríguez, hermano de Ricardo, el lateral del Wolsfburgo por el que pujaron Madrid y Barça. Francisco, volante derecho, ya le había dicho que no una vez a Sampaoli, pero éste insistió. Y lo convocó para jugar la próxima semana ante Paraguay. El menor de los Rodríguez, de padre español y madre chilena, insistió en el no. Prefiere ir con la Sub-21 suiza. Para librarse de retratos semejantes, lo normal sería preguntar antes a los afectados. Pero Sampaoli prefiere lanzarse a la piscina. Aunque no haya agua.

Ferretti. México no encuentra seleccionador. Pese al indiscutible poder de su talonario, tras unos cuantos disparos en falso, aún sigue buscando sustituto para el violento Miguel Herrera, entrenador y agresor de periodistas. Ha encontrado una solución de emergencia para los compromisos que vienen, a propuesta del propio interesado: Ricardo Ferretti, el Tuca, técnico mexicano de origen brasileño, con carácter, que lleva 24 años ininterrumpidos trabajando, los últimos en el Tigres de Nuevo León, finalista de la última Libertadores. Será una labor interina, por cuatro partidos, hasta octubre, y luego volverá a su club; aunque hay ya quien reclama que se mantenga hasta el Mundial de Rusia. Pero la idea de Bielsa no se les va de la cabeza a los dirigentes. La Tricolor provisional.

Benito Floro. Doce equipos entrenados en España (Madrid incluido), uno en Japón, otro en México, otro en Ecuador, otro en Marruecos y una selección, la de Canadá, en donde proyecta actualmente su peculiar libreto futbolístico y esa teoría que le persigue sobre la influencia capital de los saques de banda. En diez días peleará contra Belice por el acceso a la cuarta fase de las clasificatorias CONCACAF para el Mundial de Rusia. Un técnico globalizado que no es de aquí ni de allá, que pertenece a todos y a ninguno. Pero del que pocos se olvidan. Floro lo comprobó entre sorprendido y emocionado a principios de mes, cuando los Rayados de Monterrey le invitaron con el cartel de leyenda (o casi) a la inauguración de su majestuoso nuevo estadio. Dos temporadas allí que concluyeron ya hace 14 años y el club se acordó de quien considera parte de su historia. El fútbol no siempre carece de memoria.