El Madrid acelera el proceso

Dijo Benítez antes del partido ante los noruegos que había que tener paciencia con Odegaard, pero las obligaciones extra futbolísticas del Madrid hicieron que el técnico tuviera que enseñar en el once al chaval independientemente de méritos o rendimiento en los entrenamientos. Reconociendo que el chico estuvo a buen nivel y tiene maneras de crack y que es un riesgo bonito y económicamente asumible fichar talento joven, parece un mal mensaje para jóvenes de la cantera que sueñan con jugar alguna vez en el primer equipo ver como un niño que aún no ha hecho nada en el filial tenga más oportunidades que cualquiera de ellos.

Es evidente que el caso hay que tratarlo con sensibilidad porque medio mundo se estaba pegando hace dos días por hacerse con Martin, pero el cuerpo técnico tiene que hacer entender al futbolista y a su entorno (su padre fundamentalmente) que ahora mismo no tiene sitio en la primera plantilla y que su progresión natural solo puede tener dos caminos: o reventarla en el filial a las órdenes de Zidane o salir cedido a un club con menores exigencias pero también con menor grado de protección. Sería una pena que un tipo con tanto talento no llegase a triunfar por querer saltarse pasos y ser tratado como una estrella demasiado pronto por exigencias del guión.