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El retrovisor. Justo ayer se cumplieron 35 años del horripilante 9-1 del Bayern al Madrid en el viejo Olímpico de Múnich. En aquel equipo adiestrado por el sabio Boskov estaban jabatos consagrados como Benito, Camacho, Ángel, Stielike o Santillana. Y por arriba andaba Cunningham, uno de los mejores extremos de Europa en aquella época (se consagró en un partido de Copa de la UEFA ante el Valencia defendiendo la camiseta del West Bromwich Albion). Aún así, nos enchufaron nueve chicharros, que en mi tierna adolescencia (uno tenía quince añitos por entonces) cayeron como un batazo en el estómago que me amargaron el resto del verano. Pero justo nueve meses después, ese mismo equipo jugó en París ante el Liverpool la final de la Copa de Europa...

Botella medio llena. Quiero decir con todo esto que sería absurdo hacerse ahora sangre por perder ante la mejor versión del Bayern (en el once titular sólo faltaba Lewandowski) sabiendo que en la propuesta inicial de Benítez sólo había un titular en el sexteto de mitad para arriba (Kroos). Sin Modric, James, Bale, Benzema y Cristiano es más difícil tumbar al Guardiola Team en su guarida del Allianz. Y encima se lesionó Pepe al poco de arrancar. Pues con todo eso, Benítez puso en el tablero de ajedrez un equipo valiente con extremos jóvenes y talentosos (Lucas Vázquez y Cheryshev), con Isco y Jesé por delante. Un once experimental y de futuro, retroalimentado en la segunda parte con la presencia de Marco Asensio (apunta para crack) y Borja Mayoral, el nueve del futuro. Pero sin Cristiano, por encima de cualquier otro, Benzema y Bale era difícil imaginar al espléndido Neuer sufriendo una versión germana de Pesadilla en mi cocina...

Moto-Kroos. De hecho, fue el ex del Bayern el único que puso a prueba al Guante de Oro del último Mundial. De ‘fuego amigo’ nada de nada. Toni soltó dos cañonazos que en cualquier otro partido podrían haber hecho diana. Pero ojo que enfrente estaba Keylor Navas, al que Guardiola ya quiso el pasado verano. El tico presentó su candidatura en el Allianz en vista de que Kiko Casilla está desatado en busca de la titularidad. Analizando la pretemporada de ambos guardametas, reconozcamos que la llegada de De Gea no parece nada prioritaria. Con el tarraconense y el costarricense yo duermo tranquilo...

Platinato. Ya sé que los tentáculos de los arbitrajes poco cariñosos con el Madrid no deberían llegar hasta los amistosos. Pero Felix Brych (alemán, qué curioso) barrió para casa sin cortarse un pelo. En el primer tiempo pasó por alto una tarjeta a Xabi tras un agarrón a Isco que después hubiera sido roja tras su amarilla posterior con Carvajal. Y también pasó por alto un mega-penalti de Boateng a Ramos. Más que empujón, fue un atropello. Ojalá no sea un aperitivo de lo que nos espera esta temporada, como me dicen mis vikingos favoritos de la Peña Sur de California: Christian Paredes (su presidente), Roberto Martínez e Ivonne Portillo (El Salvador), Cedrik Alonzo, Eddie Mazariegos y Juan Carlos Ortega (Guatemala) y Gracy Ramírez (México).

Trofeo Bernabéu. Los compañeros de TVE1 se despedían ayer de la transmisión así: “Y sólo queda el amistoso del domingo con el Valerenga en Noruega para que se cierre la pretemporada del Madrid”. Me niego. El Trofeo Bernabéu se celebrará sí o sí. No hay una sola razón seria para no disputarlo. Con la historia no se juega...