Sobre Bartomeu, Laporta y el Barça
Bartomeu ganó las elecciones del Barça con un amplio margen, un 54,6% de votos, frente al 33% de su más duro oponente, Laporta. Los otros dos, Benedito y Freixa, han quedado más lejos. Bartomeu y Laporta presentaban hojas de servicio igualmente brillantes, pero desde estilos distintos. Bartomeu es un hombre calmado, prudente y cordial. Laporta también es cordial, pero no es calmado ni prudente y no le importa pisar callos. Además, es un declarado soberanista, a diferencia de Bartomeu, un catalanista moderado. El socio del Barça, el Barça en sí, no es como muchas veces nos lo pintan.
Laporta animaba a votarle aquienes quisieran ver el Camp Nou lleno de esteladas. Ya sabemos que son un tercio, que es mucho, suficiente para una gran pitada, pero no la mayoría. Otro mito en cuestión es el tirón de Cruyff, cuya figura sale golpeada tras estas elecciones. Tampoco ha pesado para mal Qatar, como se ha visto. El socio da por bienvenido el dinero, llegue de donde llegue. Ni la imputación, en la que Laporta hizo hincapié. Lo que se hiciera con Neymar se hizo para que fuera al Barça y no al Madrid. Y muchos creen que hay gato encerrado en la severidad con que se trata el caso.
Pero Bartomeu ha ganado, sobre todo, por la calma fría con que en enero resolvió la crisis Luis Enrique-Messi, en esos días que enterraron a Zubizarreta, del que nadie ha tirado ahora. De aquella decisión arrancó el triplete. Bartomeu no es un adláter de Rosell, como maliciosamente le quiso retratar Laporta, sino un barcelonista sensato que está enderezando la mala línea de aquel. En esa línea de sensatez, haría muy bien levantando aquella ‘acción de responsabilidad’, injusta y oportunista, que lanzó el propio Rosell (tirando la piedra y escondiendo la mano) contra Laporta y los suyos. Haya paz.