Benítez, Bale y el humor de Cristiano

Le preguntaron en la víspera a Benítez si Cristiano era el mejor jugador del mundo y en la respuesta le equilibró con otros. Con Bale, Benzema y James, concretamente. Me figuro que por no citar a ninguno del Barça. Cristiano, Balón de Oro en las dos últimas ediciones y autor de 61 goles el último curso, pensará que merece más cariño de su nuevo entrenador. Pero me da que Benítez viene instruido en otra dirección. Empezó visitando a Bale en Gales y le ha dado libertad para jugar por todo el frente del ataque. Cristiano jugó muy metido en la banda y pesó bastante menos de lo que suele.

Empiezo por esta cuestión porque me figuro que será recurrente durante el curso. Para alguien tan ególatra como Cristiano, estos aires con que le trata Benítez (le dio incluso diez minutos más a Bale, detalle nada baladí), le tienen que sonar por fuerza a desdén injusto. Eso explicaría su flojo partido y su escaso remate. Ojo, que hasta ahora ha marcado entre cincuenta y sesenta goles (o más) por curso. No sé si Benítez no estará jugando con fuego. No hay nada en contra de Bale, estupendo jugador en busca de sitio, pero lo de Cristiano Ronaldo es cosa aparte. Sólo admite comparación con Messi.

Por lo demás, el partido ante el Roma dejó poco, salvo las buenas ganas de Isco, que quedó para la segunda parte y agitó la movilidad del ataque. Odegaard (otro gesto pelota) salió de titular y dejó signos de terneza nada extraños. Aún es un adolescente. La seguridad defensiva a que aspira Benítez aún no aparece: hubo varios sustos en córners en contra en la primera parte (uno con remate al larguero) y otro en una falta en el segundo. Bien Danilo el poco rato que jugó, veloces y con fe Lucas Vázquez y Cheryshev. Eso dejó el partido. Poca cosa, dejando aparte la intriga sobre el humor de Cristiano.