La bandera de Canarias luce estos días por Melbourne
Jali Enrique Pérez dejó atrás sus sueños de futbolista con sólo 17 años de edad. Vivía en la misma calle que la familia de Pedro Rodríguez (en Abades, al sur de Tenerife), pero sus caminos fueron radicalmente distintos. Mientras uno emigraba a La Masía en busca de fama, él tenía que marcharse al otro extremo del mundo. Su cambio de aires era para ayudar a su familia. Encontró otra isla. Terriblemente enorme, y una ciudad que descubrir, donde pelear diariamente y para sobrevivir: Melbourne. Jali se convirtió en inspector eléctrico y se dedica a ganarse la vida en las minas y en las plataformas petrolíferas. En Australia, el salario mínimo supera los 2.000 euros y apenas tiene un 8% de paro. Se han alarmado por su crecimiento, así que no traten de explicar a un australiano que en España tenemos un 22% de personas sin trabajo.
Esta visita del Madrid es un sueño para él. Ha recortado un poco el envío de dólares a la familia para gastarse 600 en ver a su Madrid (la entrada del City la consiguió en la reventa). Estos días ha seguido al equipo con su bandera canaria en busca de una foto con Jesé, al que muchos le dicen que se parecen. Hoy ya podrá decir que vio a su Madrid en su nuevo hogar.