Casillas, redespedida con mal tufo
Casillas se lo pensó peor (o mejor, según opiniones) y compareció en una redespedida en la que se arropó con (o arropó a) Florentino, al que ni había citado en la víspera entre los reconocimientos. El acto se improvisó en pocas horas (la noticia llegó en El Larguero, pasada la media noche) seguramente a la vista del efecto demoledor que la despedida en solitario había provocado para la imagen del club. L'Equipe fue especialmente duro o rotundo al tratar el caso: 'El Madrid, un club sin tanta clase'. Pero no sólo L'Equipe. La prensa europea en general se mostraba entre extrañada y escandalizada.
Así que este lunes se produjo la foto de Casillas con el mefistofélico presidente del Madrid. Mi artículo del día lo titulé 'Casillas, mejor solo que mal acompañado'. Su vigencia terminó este lunes, a la una, con esa foto que sí nos puede remitir a las consideraciones sobre la hipocresía que incorporaba el mismo artículo. No creo que esa foto le haga ningún bien a ninguno de los dos, ni que haya servido para otra cosa que para alargar un día más la cruel agonía en que se ha convertido la salida de Casillas, que este lunes enterró, él sabrá por qué, la imagen tan digna y emotiva del día anterior. A la sinceridad de ayer sucedió esta parodia.
Al menos nos queda, sí, su foto con todas las copas ganadas. Eso queda. A cambio tuvo que escuchar 'in situ' a Florentino diciendo que se va porque así lo ha querido. Claro que el pacto también sirvió, por cierto, para que antes y durante el acto del Bernabéu hubiera gritos de '¡Florentino dimisión!'y ‘¡Ramos no se vende!’. En fin, no creo que nadie, ni Casillas, ni Florentino ni menos aún el Madrid, haya ganado nada con este feo teatrillo final, que sí ha servido para refrendar una vez más la vigencia de aquella frase sobre el honor y el dinero. En fin, esperemos que esta vez todo haya terminado por fin de verdad. Ha durado mucho.