La mala salida de Ramos
El futuro de Ramos se ha convertido en el frente veraniego más importante del Madrid. Rafa Benítez debe alucinar. Una vez más, no se ha podido gestionar peor la situación. Si Ramos se va, el Madrid habrá perdido a uno de los tres mejores centrales del mundo. Si Ramos se queda, lo hará con la vitola de pesetero que le han sellado las gargantas profundas del club. Es el sempiterno problema de Florentino Pérez desde que llegó a la presidencia. Todo lo entiende en clave de poder y de dinero, cuando lo más importante en las relaciones con los futbolistas suele ser la empatía.
Desprestigiar a Ramos haciéndole quedar como un pedigüeño es de una simplificación insultante. Sergio se ha partido el pecho por ese escudo, ha dado la cara en el campo y fuera de los focos, como capitán, como apagafuegos y hasta jugando lesionado. Como premio, ha sentido falta de respeto a sus cercanos y poca recompensa a su implicación. Mucha menos que otros que se suelen lavar las manos en los asuntos comunes, pero tienen la bendición presidencial para casi todo.