No es un filial al uso, no se arruga

El Athletic B llegó al playoff como cenicienta y su gran resultado en San Mamés ha igualado la presión que tenía y tiene el Cádiz. Es esa la principal preocupación de Ziganda, que se achiquen sus chavales en una olla a presión como la del Carranza. Cuco maneja un grupo muy competitivo, no es un filial al uso. Tiene futbolistas bravos como Yeray, Undabarrena y Vesga, y atrevimiento por todos los costados, empezando por su gran lateral derecho, Lekue, y acabando por el extremo zurdo, Seguin, un centrador que apena no sea contemporáneo de Aduriz.

Preocupa el infernal calor. De ahí que Ziganda entrenase ayer a la hora del partido en Jerez. Dos décadas después, el Athletic sueña con regresar a la segunda categoría, que tras el descenso del Barça B se había quedado sin filiales. La fórmula visitante está clara, jugar con descaro. La plantilla, en la que hay nada menos que 17 vizcaínos, tiene en mente que marcar un gol deja la eliminatoria a su merced. Nadie ve a los cachorros capaces de aguantar todo el partido metidos atrás, achicando balones. Sería firmar su muerte.