Ramos, otro problema ‘capitán’

La televisada renovación de Sergio Ramos puede convertirse, si no se arregla de una manera u otra, en otro de esos focos de atención que tanto distorsionan y en otro frente para Rafa Benítez, que alucina con todo lo que está viviendo en su primer mes de trabajo. Sergio no es un futbolista cualquiera. Seguramente, después de Cristiano Ronaldo, uno de los grandes responsables de lo bueno que le ha ido pasando al Madrid en los últimos tiempos con un rendimiento sobresaliente y contribuyendo con goles que han cambiado la historia del club, ni más ni menos. No nació madridista, pero consiguió empaparse de su ADN al punto de ser el futbolista que mejor representa, a día de hoy, todos los valores que el madridismo reconoce en sus referentes de toda la vida. A su indiscutible valor futbolístico se le une su condición de capitán del equipo. Sea cual sea el futuro de Casillas, más fuera que dentro, el papel simbólico y de liderazgo de Ramos en la plantilla del Real Madrid es demasiado importante como para no tenerlo en cuenta a la hora de dejar esa cuestión abierta.

Sergio quiere acabar su carrera en el Real Madrid y pide estar en el segundo escalón salarial del equipo, lugar que, por rendimiento deportivo, indudablemente le corresponde. Algunos pensarán que 10 millones de euros es una locura. No les falta razón, pero los escalones salariales no los marca Sergio, sino el club. La vara de medir no puede ser quién vende más camisetas, por simplificar el retorno económico, sino qué es más estratégico para el proyecto deportivo. El Madrid de Florentino nunca fue fácil para los capitanes. Que pregunten a Hierro, Raúl o Casillas…