Simbólica visita de Benítez
La presencia de Rafa Benítez en Cardiff demuestra que el nuevo entrenador del Real Madrid ha entendido el transcendental papel de Gareth Bale en el proyecto del Madrid. Debe ganar títulos, no participar de la planificación deportiva y hacer de Bale el eje del Real Madrid son las evidentes consignas que le han dado desde el club. Por eso, esa imagen es todo un mensaje, un abrazo buscado en el hotel de Gales, el mismo día que se jugaba uno de los partidos más importantes de la historia de un país. Benítez no sólo quería ver in situ la actuación de su nuevo pupilo, quería significar el nuevo valor de Bale. Y la verdad es que, con su selección, donde tiene todo el protagonismo, el liderazgo, con una absoluta libertad de movimientos, el galés encuentra su mejor versión.
Más allá de quedar bien con los de arriba, va a ser interesante ver cómo maneja Rafa Benítez lo de abajo. Ya sabemos que habló con los capitanes, pero debería ser especialmente cuidadoso con la situación de Cristiano Ronaldo, el hombre de los cincuenta goles por temporada, que volvió a sacar en Armenia su estrella. Hacer sentir bien a Bale será bueno para el Madrid, pero siempre respetando la jerarquía de Cristiano. Sin él no habrá paraíso porque es el mejor, de calle.