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Un mes para llegar a un acuerdo...

Tiene pinta de que va a pasar justo lo contrario de lo que dicen las partes. Se antoja imposible que Casillas cumpla el compromiso de dos años. Lo malo es que el deseable acuerdo de rescisión también parece complicado. Y no debería serlo. Jugador y club conocen, en euros, lo que vale el contrato en vigor. Sería cuestión de buscar un punto intermedio para que los dos se sientan satisfechos. El futbolista, con ese dinero, compensaría lo que dejará de percibir en su futuro destino, y el Madrid se ahorraría una parte importante de sueldos y ficha.

Visto así, si la negociación se acaba alargando en el tiempo será porque una o las dos partes no están muy por la labor de una solución amistosa. Y sería una verdadera pena. Porque estamos hablando de la salida de un jugador que ha pertenecido a la casa veinticuatro años de su vida. Mucho tiempo para poderse tasar en cualquier tipo de moneda de cambio. En segundo plano queda el debate de si Iker sería titular o suplente con la llegada de De Gea al Madrid. Creo que no se va a dar el caso. Salida digna y pactada. No queda otra.