Tebas siempre quiere mear más largo

Javier Tebas tiene una biografía turbulenta (hablo sólo del fútbol) pero en su último periodo ha resultado ser un hombre constructivo. A su manera, pero está haciendo cosas que nadie hacía y que era necesario hacer. Hablo del control económico de los clubes, de la persecución de los amaños, de la lucha contra los ultras. Está demostrando que es posible encarar esas cuestiones. Pero le sobra su estilo desabrido y bronquista. No le importa pisar callos, es más, creo que le place. Y suele pasarse. Ahora se ha pasado en extremo al comparar la foto de la AFE con las de Bildu o Herri Batasuna. Así no se arregla nada.

Dicen que para hacer tortillas hay que romper huevos. Tebas hace tortillas, pero me temo que lo que en realidad le gusta es romper huevos. Su actitud constructiva en tantas cosas se empaña con estas. Cardenal ha confiado mucho en él porque es resolutivo, pero al tiempo se ha cargado con sus enemigos. Los más significativos, Villar y Rubiales. En esta reacción al Real Decreto veo más que nada el reflejo de antipatías personales. Que Tebas no se salga con la suya, vendría a ser la consigna. Y Tebas se apresura a demostrar que él mea más largo que nadie y suelta lo de Bildu y Herri Batasuna.

Esto habrá que arreglarlo, me figuro, dando una escapatoria a la AFE, que ha adoptado una medida desproporcionada. No debería ser tan difícil, pero con salidas como la de Tebas y respuestas como la de Rubiales no vamos en camino. Y al fondo queda Villar, que ya piensa en Rubiales como heredero, o se lo hace creer, mientras a su vez Tebas le busca un sucesor de su gusto. Bueno, pues de su gusto fue Rubiales, al que promocionó, y miren cómo están ahora. Si hubiera una medicina para la incontinencia de Tebas, Cardenal dormiría más tranquilo. Pero no la hay. Y sus destrozos empañan sus logros.