Ya está el Barça. Ahora falta el Madrid

Tres a cero, el Barça está en Berlín. El regreso de Guardiola al Camp Nou, esperado con emoción y nerviosismo, dejó un partido singular, que empezó alborotadísimo, casi como una prórroga, se fue centrando y desembocó en una segunda mitad de dominio del Bayern y goles del Barça. Goles tardíos, precisos e impecables. Dos de Messi, el uno con un tirazo al rincón, el otro derrumbando con su regate a Boateng, que cayó como una secuoya seca, con lenta majestuosidad, para luego batir a Neuer con una picadita genial. El tercero lo marcó Neymar, culminando un contraataque con todas las facilidades.

Bueno para el Barça, malo para Guardiola. Anda mal de centrales y vino con bajas serias, pero aún así le va a ser difícil hacerse perdonar por la opinión pública (y la publicada) en Alemania lo que está pasando con el Bayern, cuya transformación entre lo que fue y lo que imaginaron quienes contrataron a Guardiola se está retrasando. Es difícil asociar este Bayern de hoy, premioso en el juego y sin apenas disparo, a la imagen que por toda Europa se tenía de este equipo. A Guardiola se le contrató para eso, no hay duda, no ha habido engaño. Pero sin duda ahora se van a remover críticas muy serias.

En todo caso, ya tenemos la mitad de la final soñada. La otra mitad la tiene que poner el Madrid, mejorando lo que hizo en Turín. Mientras, distraeremos la espera hablando del anuncio de una huelga que me figuro no se llevará a cabo. La veo como un rebrinque de Villar y Rubiales, que se han visto ninguneados en el desarrollo y en la redacicón final del famoso Decreto Ley que tanto costó parir. No creo que haya paro porque no me parece factible tal cosa sin razones de peso, y no las veo. Eso sí: habrá ruido y con él un daño a la cotización internacional de los derechos de televisión. Más ventaja para la Premier.