Toda Colombia pondrá sus ojos hoy en el Pizjuán
Un gran orgullo divide el corazón de Colombia. Carlos Bacca: humildad, superación, constancia. James: crack, revelación, ídolo pop. Dos caminos diferentes hacia el éxito. Un hombre educado en las dificultades frente a un niño formado para brillar. En común, el talento y la sangre colombiana.
Hace tiempo que se convirtieron en ídolos nacionales. Son figuras de una selección ganadora que promete más triunfos. Se les sigue con ilusión cada fecha y ellos responden a lo grande. Por segunda vez se enfrentan en la Liga. En la ida no hubo festejo para Bacca y James sí anotó, pero salió lesionado. Hay gran admiración por ambos, pero en este caso la mayoría está con el Madrid.
Sevilla es juez del duelo por el título entre el club blanco y el Barcelona. Un partido decisivo para que Ancelotti y compañía sigan en la carrera por la Liga. El 10 ya ha marcado goles espectaculares y ha dado asistencias de crack, pero los fanáticos saben que para entrar en la historia del Madrid necesita títulos.
A Bacca se le respeta. El fútbol no fue una decisión fácil para él. En Puerto Colombia, su lugar de origen, no se vive de sueños. Primero es el trabajo, después el resto. Su juego necesitó tiempo para pasar del barrio al mundo profesional. Después nadie le detuvo. Primero en Junior de Barranquilla, luego en el Brujas (Bélgica) y ahora en el Sevilla. Siempre ha sido goleador. Sus 19 tantos esta temporada así lo confirman. Después de los extraterrestres, Messi y Cristiano, el colombiano disputa el ‘Pichichi moral’ con Neymar.
Por eso, en la ciudad que lo vio nacer como futbolista, Bacca encuentra la mayoría de los apoyos en el duelo ante James. “Es un 100 a 0 por todo lo que representa aquí”, dice Hugo Illera, reconocido periodista de la región. Lo cierto es que en el resto del país también quieren que marque, pero que el Madrid se quede con los tres puntos. En la temporada pasada, un doblete del colombiano dejó sin media liga al equipo de Ancelotti. Este año el corazón está dividido gracias a un James que ha llevado las ilusiones a otro nivel.