Octavo derbi de Madrid: un duelo de equipos orgullosos
Orgullo. A la Selección española campeona de Europa y del Mundo los jugadores del Barça aportaron el estilo y los del Real Madrid la competitividad. Cuestiones genéticas de la Masia y la Fábrica. El Atlético ha ido creciendo en peso y jugadores en la lista. El Cholo ha sido el ingeniero genético que ha recuperado el gen perdido en la cadena evolutiva rojiblanca del orgullo y la intensidad. En el octavo derbi, por las bajas, las individualidades quedarán tan de lado como las formas. El equipo, el conjunto, estará por encima. La personalidad más fuerte estará en semifinales.
Banquillo. Ancelotti sabe que es más que un puesto en semifinales de la Champions lo que está en juego. Su cargo depende del “mejor equipo” que pueda poner. Su gestión en la rueda de prensa, como siempre, con temple para lanzar el mensaje de que nadie puede no estar preparado para un partido como el de hoy. Con seriedad para desestimar las tonterías del médico de la selección croata que le culpa de la lesión de Modric. Concentrado en “los que juegan” no en los que no van a jugar, porque son quienes harán que siga o no en España.
Minutos. A Chicharito le decepcionó no ser titular contra el Málaga. Aún no se hace con los códigos de un equipo en el que un buen partido no te hace titular, a pesar de lo que le contaron en Manchester sus inseparables De Gea y Mata. Pero sí tiene algo el mexicano es la constancia. Salió por Bale y lo aprovechó. Ganas constantes de demostrar. En eso es incansable y hoy son minutos en Champions, estos sí pesan.
Favoritismo. La primera parte de la ida de estos cuartos fueron los mejores del Madrid este curso. Son los que quiere repetir Ancelotti. Los que ha estudiado Simeone para evitar. Pero el rojiblanco saca partido de ello para que sea su rival, a pesar del resultado, el favorito. Nadie como el Cholo para rebajar tensión a sus jugadores.
Comunicación. Simeone tiene un hándicap con el español y el mensaje que mete en vena a sus jugadores teniendo que usar un traductor con Mandzukic. Si lo entendiese su rendimiento hubiese sido mayor y marcado más de 18 goles. Todo cambia con Griezmann, por eso es más importante. Porque el francés escuchó, se adaptó y después lee sus estadísticas para seguir mejorando como lee los espacios en los partidos.