Carletto, un gran optimista
Aún recuerdo en vísperas de Navidades como Carlo Ancelotti hablaba abiertamente de su renovación. El Madrid venía de ganar el Mundial de Clubes, de cerrar el círculo de campeón de la Champions y mejor equipo del mundo, pero ni eso le valió. Demasiado pronto para ser optimista. Su equipo entró en un bache y de aquella renovación nada se supo. En el Real Madrid de Florentino solo un entrenador tuvo nombre de proyecto y fue Mourinho. Ni siquiera la Décima, que no ganó el portugués, ha servido para permitir reposar el proyecto deportivo, sin dejar lugar a las dudas, en el técnico italiano.
Ancelotti planifica la próxima temporada, dibuja la plantilla en su cabeza porque es feliz en Madrid. Ojalá me equivoque, porque me parece el técnico adecuado, un entrenador de élite, nada estridente y con poco ego. Gane o no este año, un grandísimo técnico. La estabilidad del banquillo, mucho más que la de la cuenta de resultados, es la estabilidad de un club, pero me temo que si el Madrid no gana nada, Ancelotti no seguirá. Ya se sabe que el pesimista es un optimista bien informado…