Jorge Lorenzo siempre aprende de sus errores

Jorge Lorenzo ha crecido en el Mundial, desde los quince años se ha formado en los grandes premios. Y diría que es un alumno aventajado porque su evolución desde entonces ha sido constante y espectacular. Poco tiene que ver el piloto maduro que hoy conocemos con aquel chaval descarado e incluso algo alocado que parecía no tener límites… como después demostró con sus éxitos. Para mí esa capacidad de aprendizaje es una de sus cualidades más destacadas, además de tremendamente valiosa para quien no he tenido posibilidad de aprender lejos de ese entorno de las carreras. Se equivoca, como todo, pero tiene la virtud de analizar esos errores para intentar corregirlos a continuación, consiguiéndolo en un alto porcentaje de las ocasiones.

Por todo ello creo que las opciones de Lorenzo en la próxima temporada de MotoGP serán muy superiores a las de la anterior. El año pasado, como él mismo reconoció, se relajó en su preparación y cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde, sobre todo enfrentándose a un huracán de talento como Marc Márquez. Esta vez será diferente y tengo el convencimiento de que el mallorquín va a dar bastante más guerra al campeón vigente. Sin duda que no tendrá fácil doblegarle, no lo será para nadie, pero sus posibilidades no están diezmadas de antemano como ocurrió en 2014. Y Lorenzo en plena forma es mucho Lorenzo. Me gustaría verle peleando de nuevo por el título, sea cuál sea el desenlace; me alegraría por él y también por el motociclismo, el espectáculo de un duelo con Márquez podría resultar antológico.