Un seguro de vida para el Schalke
Si nos fijamos en la alineación de la selección alemana en la final del Mundial ante Argentina nos damos cuenta de que Höwedes era el único jugador del Schalke en el once inicial de Löw. Pero no es cierto. Tanto el guardameta Neuer como el exmadridista Özil también poseen el ADN del Schalke al haberse formado en la prodigiosa Knappenschmiede. Knappenschmiede se puede traducir como forja de mineros y a día de hoy es una de las escuelas de formación futbolísticas más famosas de Alemania y de Europa entera.
El club de los mineros apuestan por formar a las personas y no sólo al futbolista, lo que incluye ayuda a nivel escolar, laboral y, cómo no, deportivo. Los frutos de esta filosofía pueden apreciarse en el primer equipo del Schalke. Talentos como Meyer, Draxler, Joel Matip, Fährmann y Höwedes son prueba suficiente de que en Gelsenkirchen saben lo que hacen. Además, estos jugadores, al mismo tiempo, son un seguro de vida para un club que, igual que la región del Ruhr, nunca fue de los más ricos de Alemania y hoy por hoy sigue con deudas que rondan los 170 millones de euros. El ejemplo fue Neuer, canterano que fue vendido al Bayern por 30 millones de euros...