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El dinero de televisión no mejora los resultados ingleses en Europa

Muchos millones. Dos semanas después de que la Premier anunciara que el nuevo acuerdo por los derechos televisivos llega casi a los siete mil millones de euros (12 millones por partido o unos 140.000 euros por minuto jugado) por tres años, el Everton se convirtió en el único equipo inglés en llegar a los octavos de la Europa League. Dicen que es porque a nadie le interesa jugar la segunda competición europea. Que los beneficios económicos son irrisorios. Que da más salir en la tele inglesa. Que hay que dejarse el once titular para la Premier.

En Europa. Pues, si de verdad prefieren entender que es un accidente, cómo se explica que la liga inglesa sólo ha tenido tres semifinalistas en los últimos ocho años de la misma competición. ¿De verdad es sólo falta de interés? Pues entonces echemos una ojeada a la otra gran competición europea. Veamos la Champions. Desde la temporada 2005-06, sólo la han ganado dos veces. El año pasado el Chelsea fue el que más lejos llegó (cayó en semis), y en la 2012-13 Arsenal y Manchester United fueron los únicos equipos de la Premier que superaron la fase de grupos. La liga más rica del mundo se ha hecho más rica, pero siguen los problemas de siempre.

Excusas. Las explicaciones son a menudo las mismas: no hay parón invernal, la liga exige mucho a sus futbolistas que acaban agotados (pero muchos españoles juegan en la Premier y han ganado títulos con la Selección), los árbitros pitan diferente en Europa. Y a mí los problemas me parecen mucho más gordos, mucho más profundos. Y ya se han mencionado antes en este foro: falta comprensión del juego, mejores entrenadores, más cuidado de los detalles, más respeto a los rivales extranjeros, demasiada confianza en la calidad individual, jugadores diferentes para la liga y la Champions porque, por lo general, no se puede triunfar con el estilo de juego que funciona en la competición doméstica.

Sin análisis. Pero apunto dos cosas más. La ciencia (y la filosofía, y el conocimiento) avanza porque se analiza el error. En el Reino Unido abundan los que ponen en el saco de ‘accidentes’ los errores, prefieren mirar a otro lado, con lo cual ni se aprende, ni se avanza. Y segundo: en lugar de entender el partido como el examen final tras una semana de preparación, no existe esa misma correlación en Inglaterra. Se entrena para estar fuerte, sin mucho trabajo táctico. Y el extranjero que llega a la Premier debe o entrenar en solitario o se deja llevar... mientras los bolsillos se llenan de oro.