Palabras para Piqué
Piqué. Pasó malos tiempos. Pero se levantó de ese espasmo, que tuvo su centro en la Selección en Brasil, y ahora es el rey del mambo otra vez; armónico, fuerte, representa al Barça estilo Puyol; cuando no hay nadie en la delantera que acierte con el hueco ajeno, ahí está Piqué lanzándose como un obús. Y cuando el equipo contrario se sobrepone al golpeteo tenaz de la delantera azulgrana y se vierte como aceite sobre el marco de Ter Stegen, ahí está otra vez el excelente central.
Marcó, además, un gol estupendo, y fue en todas sus actuaciones sensato y eficaz. Este muchacho le ha dado al Barça, en asociación con el buen Mascherano, una solidez de la que se ha contagiado Mathieu. El lunar, Neymar, que no sólo falló un penalti sino que no llegó a comparecer. Messi repartió juego y Suárez gritó hasta lo sublime. Lo mejor del uruguayo, el riesgo que asumió tirando desde muy fuera del área un chut que hubiera entrado en la gloria. Él persiste en el purgatorio.