Los Emiratos, con el genial Abdulrahman
Mahdi Ali es uno de los pocos entrenadores locales que han dirigido a los Emiratos Arabes. Más de 30 años con sólo cuatro técnicos del país, y un desierto en triunfos por el que desfilaron brasileños y muchos europeos. Entre otros Carlos Queiroz, que ayer se sentó en el banquillo contrario con Irán. Pero llegó Mahdi Ali para dar un estilo a esta selección, que con sus limitaciones quiere la pelota, combina, domina. Con ese estilo dejó buena sensación en los Juegos Olímpicos de Londres, la competición en la que se juntaron Ismail Matar y Omar Abdulrahman. Pasado y presente. Matar ha sido el futbolista más importante de los Emiratos, más de cien partidos con la selección, elegido mejor jugador del Mundial Sub-20 en 2003 y estrella del único título en la historia del país, la Copa del Golfo de 2007.
La vida sin Matar debería ser dura, pero la aparición del zurdo Abdulrahman lo alivia todo. En cada partido deja detalles. Muy hábil, la pide, la esconde. Ante Bahrain metió un pase con la zurda para Ali Mabkhout que valió el primer gol y que hubiese firmado cualquier estrella europea o sudamericana. Ayer apiló cuatro iraníes en una jugada al borde del área que valió por el resto del partido. Junto a Abdulrahman asoma el punta Ahmed Kalili, que ya dejó su sello contra Qatar. Y Ali Mabkout, otro de los goleadores del torneo. Pero nadie como Omar Abdulrahman, que va para estrella del fútbol asiático y al que no pudo firmar el Manchester City por problemas con su permiso de trabajo.
Dominaron el partido los Emiratos, a los que les valía el empate para ser primeros pero cayeron en el último instante con un gol de Reza Ghoochannejadh, del que ya hemos hablado aquí y cuya experiencia de varios años en el fútbol inglés cuenta mucho. Equipo más experto Irán, con veteranos de vuelta de todo como Nekounam y Temouryan y un técnico acostumbrado al máximo nivel como el exmadridista Queiroz. Pero no creo que los japoneses se hayan alegrado del triunfo iraní. Salvo sorpresa se medirán en cuartos a los Emiratos, un equipo con más fútbol del que parece.