Mejor de lo que dice la tabla
El Granada no tiene nada que perder esta tarde en el Vicente Calderón. Después del tsunami que ha supuesto la marcha de Caparrós, ahora en el club se viven unos días de transición. Las últimas semanas han sido duras, semanas de un equipo en descomposición que primero perdió la identidad y después la fe, que, además, se acostumbró a la derrota sin rechistar. Tan costosa ha sido la sepultura de Caparrós que este encuentro es como una noche en una posada al calor de la lumbre entre la batalla librada y la que está por llegar.
El Granada se jugará la permanencia en Primera al inicio de la segunda vuelta: en Riazor y frente al Elche en Los Cármenes. Contando con perder hoy acabará la primera vuelta con 14 puntos lo que le obligaría a sumar al menos 26 en la segunda, que son números para entrar en Europa. Toda una hazaña. Por eso, libre de presión y con el estímulo del entrenador nuevo, el Granada es hoy un equipo peligroso, con más calidad de lo que dice la tabla. Aguado debería ser valiente, buscar la ambición y la velocidad en los jóvenes que acaban de llegar. Es posible que en ellos también encuentre la suya.