¿Quién manda en la capital?
Gran racha. Ahora mismo, parece que el Atleti. El Madrid sigue en el minuto 93 de Lisboa, acomodado, como si lo de esta temporada ante los colchoneros no escociera, como si fueran derrotas de fogueo. Pero no lo son, porque al Atleti le sirven para crecer en autoestima y para irse consolidando en el pedestal de los grandes. ¿Dónde quedan los 17 años sin ganar al vecino? El Cholo ha cambiado la historia y lo sabe. Cuando en la sala de prensa del Bernabéu decía lo de “a mí me enseñaron que es mejor pasar que quedar fuera; el Atlético va a competir por todo lo que juegue y no vamos a cambiar”, estaba promulgando el nuevo testamento rojiblanco. En otros tiempos, el vendaval madridista de la primera parte hubiera arrasado al Atleti, pero esta vez resistió, porque Simeone ha conseguido mutar el tierno adn del vestuario en puro granito.
Otro clásico. El Barça-Atleti ya es un duelo global, atractivo y seguido en todo el mundo futbolero. Es difícil aventurar un favorito porque, aunque los rojiblancos parecían haber tomado la medida al Messi team los últimos años, hace una semana se vieron superadísimos en el Camp Nou. Es de suponer que el Cholo, que también se equivoca, rectificará alguno de sus inventos de aquel día (Gámez en la izquierda) y protegerá más al equipo sabiendo que hay una vuelta en el Calderón.
Un Barça sin inventos. Después de cuatro meses de ruleta con las alineaciones, a Luis Enrique no le queda otro remedio que poner a los que tiene que poner. La autoridad del asturiano en la caseta ha bajado muchos enteros y los pesos pesados han dejado ver que el equipo necesita continuidad. Es de esperar que el once de hace una semana ante el Atleti se vaya a repetir mucho. Los cambios, salvo problemas físicos, con cuentagotas.
La ruina de la Copa. Este formato de Copa es una vergüenza. Si exceptuamos un par de eliminatorias, lo que hemos visto en dos rondas ha sido un simulacro de competición, con un montón de equipos demostrando en el campo que no les interesaba ganar y otro montón que les daba igual perder. Una falta de respeto para los espectadores, sobre todo para los valientes que van entre semana a los estadios en horas intempestivas del invierno. Héroes que se mueren de frío y sueño para ver una pantomima. Hay que pedirles a la Federación y a la LFP que reflexionen y vuelvan al sistema de eliminatorias a partido único al menos hasta semifinales. Si no lo hacen, nos estarán tomando el pelo a todos.