¿Qué le ha hecho el Barcelona a Messi?
Me lo preguntaba alguien ayer, y me quedé pensando en ello: ¿qué le ha hecho el Barcelona a Messi? Me lo preguntaba a cuenta de sus palabras en Zúrich, cuando dijo que no sabía dónde estaría el año que viene. Es verdad que le dio pie Cristiano en su respuesta previa, en la que se puso filósofo, pero también es verdad que él se gustó más en ese rebozo filosófico. Se tiró de palo a palo. No le hubiera costado nada decir que para el año que viene tiene contrato con el Barça y que piensa seguir ahí salvo que le echen. “Y algún día me gustaría retirarme en Newell’s”. Pero dejó el equívoco.
Luego lo medio arregló, pero ya había reagitado la inquietud en un club al que llegó con doce años y ya lleva dieciséis, en los que ha construido su leyenda. Llegó como un niño medio enfermo, con problemas de crecimiento. Cayó en las mejores manos, en la mejor escuela, disfrutó del mejor entorno, los mejores compañeros, el mejor jefe (Guardiola), vivió la maravillosa aventura de un equipo sin igual, ganó con él cuatro Balones de Oro... Todo ello en una ciudad hermosa, que goza de las buenas viejas influencias del mundo Mediterráneo y del mejor confort tecnológico del mundo hoy más avanzado.
¿Qué no ha hecho el Barça para merecer una mejor mirada de Messi? Es verdad que Hacienda le ha crujido, pero con razón y como era menester, pero en eso no tuvo el Barça ni arte ni parte. Sus errores en ese campo (o los de sus asesores, o los que buscó su padre) no son trasladables al club que le recibió, le crió y le facilitó el espacio en el que desarrollar su inmenso talento. Hay algo en la actitud de Messi, hasta en su gesto, como de perpetuo agraviado. No me gusta. Él es mucho, traía mucho de cuna, pero cayó en el mejor lugar posible. Pero anda por ahí como si el Barça le debiera algo. Y no es así.