El árbitro cambió el resultado
Es difícil explicar a la gente que en un 1-4 la actuación de un árbitro pueda ser tan decisiva. Pero lo de Hernández Hernández anoche fue de juzgado de guardia. Cambió de viento el partido al inventarse un penalti de San José sobre Tiago, que venía dejándose caer desde Neptuno. Y cuando ya no había discusión sobre los puntos, se permitió dar validez a un gol de Griezmann con un fuera de juego clamoroso. De por medio, una vara de medir con las tarjetas que dejó claro que a día de hoy los de Simeone pintan mucho en la Liga y el Athletic, un pimiento. Que Raúl García se fuese a la ducha sin amarilla con la patada que dio en las costillas a Aduriz... A San Mamés le dio por aplaudirle en plan sorna y abroncarle al final. En otro contexto, se habría armado la de San Quintín.
Fue una historia muy repetida en los últimos tiempos. El Atlético no jugó a nada en la primera parte y cuando se vio por detrás por un gran gol de Rico, nada más salir del descanso, puso una marcha más. Griezmann, otro demonio para el Athletic desde su etapa en la Real, se disfrazó de Diego Costa y se llevó el balón del ‘hat-trick’ a casa. Los leones comerán turrón duro, metidos en tierra de nadie, pero no será por el partido de anoche, que no debió arrojar tal resultado. Lo dicho, muy complicado de hacer entender lo que ocurrió ayer.