Las Guerreras ya están ahí

La Selección femenina de balonmano ya está en las semifinales del Europeo. Contra viento y marea, porque después de un brillante, y por tanto plácido, comienzo (todo fueron victorias), dos derrotas consecutivas en la segunda fase pusieron todo en contra hasta el extremo de que ayer se ganaba o a casa; ni siquiera el empate nos clasificaba. Las Guerreras sacaron la casta, y Dinamarca duró lo que duró: medio tiempo. Después de mucho susto, eso sí, porque las Guerreras serán buenas, pero no las mejores del mundo. Tienen sus errores, y cada balón perdido suele venir sucedido de un gol del rival. El inconmensurable acierto en el remate solucionó la cosa y se pudo entonces hasta disfrutar de la segunda parte.

No pensemos por ello que Dinamarca es rival menor. Dinamarca es una potencia del balonmano femenino: tres veces campeona olímpica, otras tres de Europa y una del mundo. Ahora nos toca Montenegro, un país pequeño, sin apenas deporte de alto nivel. A los Juegos de Londres acudió con dos atletas, un boxeador, un judoca, un tirador, un regatista y dos equipos, el masculino de waterpolo y el femenino de balonmano. La expedición regresó con una medalla: la de las mujeres del balonmano. O sea, que cuidado con Montenegro. Afortunadamente, allí pensarán lo mismo de nuestras Guerreras. Llevan seis años plantando cara ante el mundo. Mañana, partidazo. El premio por la victoria es la final. Medalla segura. Sería su cuarta.