Nada por aquí, nada por allá
Como si el derbi vasco fuera un simple truco de magia, se podría empezar a definirlo con el clásico ‘nada por aquí, nada por allá’. Porque Real Sociedad y Athletic empataron en Anoeta a casi nada. Quitando la emoción, que sí duró hasta el final con ese remate mordido de Canales en el último segundo del partido, la tensión clásica y típica de los derbis vascos, los goles de Vela y De Marcos, y la expulsión de Laporte, el derbi fue bastante descafeinado, tirando a pobre.
La sensación que dejó el derbi es que tanto rojiblancos como txuri-urdines están a años luz de lo que realmente sabemos que pueden y deben ofrecer. El resultado es un empate pleno de intensidad, pero con numerosos errores y un juego que literalmente brilló por su ausencia. Sólo Vela justificó el pago de la entrada para los seguidores, de un lado y otro de la A-8. Pero al mexicano se le acabó la energía, y se apagó la luz en Anoeta. Moyes tiene mucho trabajo por delante (y eso que la Real mejoró con respecto al desastre de Villarreal, no era difícil). Pero Valverde también. Y pensar que ambos han pasado por la Champions League estas dos últimas temporadas... su cruda realidad está por otros derroteros, aunque esa ilusión pasada ya nadie se la quita.