El crédito de Sepulcre es un préstamo
Sepulcre salvó ayer otro escollo como presidente en la reunión de la Fundación del Elche. La Junta de accionistas del día 22 sólo tendrá como aliciente saber qué explicaciones ofrecerá el máximo dirigente franjiverde a los accionistas que alcen la mano y usen la fuerza de su voz para tratar de encontrar una explicación al delicado momento económico por el que atraviesa el club. Una cita ante la masa social que estará espoleada por el regreso a escena de Juan Anguix, al que lo malos resultados, deportivos y económicos, han vuelto a dar vida.
Anguix gana por goleada a Sepulcre en estrategia y demuestra en cada movimiento por qué es maestro internacional en ajedrez. Sobre el tablero sabe mover bien las piezas, utiliza bien los altavoces para vender su mensaje (como volvió a demostrar otra vez ayer) y sólo falta saber qué hay exactamente detrás de las palabras para confirmar si se trata de una alternativa seria y fiable. Más allá de eso, la que no lo parece es la del actual Consejo. La tabla de salvación pasa por un préstamo que no llega y que genera muchas dudas sobre si será una realidad o el mayor ridículo de la historia.
El presidente, además, patinó el jueves con un comunicado en el que le dio la oportunidad a Anguix de defenderse de uno de los lunares negros de su etapa anterior en el club. Quiso usar el contrato de Eventos Petxina, con el que a través de Anguix se vendió el 50% de futuros traspasos a cambio de sólo 800.000 euros, como arma arrojadiza y le salió el tiro por la culata. Cedió el mejor escenario posible para que la otra parte le metiera otro jaque. Antes, su oponente calificó como “presunta estafa” el préstamo. Muy seguro tiene que estar para decirlo. Es el crédito que le queda a Sepulcre: o ingresa el dinero o tiene que recoger los bártulos y marcharse. La situación actual no le presta más margen de confianza.