Los 'dolores' de España

Indulgencias. Cuando el pasado mes de agosto Del Bosque no convocó a Piqué para la Selección porque “arrastraba molestias y no estaba del todo recuperado” y Luis Enrique le puso a jugar en Villarreal porque “le veía perfecto y en buenas condiciones”, todo el mundo se tragó el sapo, menos Mourinho. El portugués vio un trato preferencial al jugador del Barça y decidió que si había indulgencia con el azulgrana también la habría con sus jugadores. Culo veo, culo quiero. Mou ha esperado su oportunidad para poner a Vicente Del Bosque en un brete con Diego Costa y ha salido ganador porque tenía en la manga la carta de Piqué. Al maquiavélico Mou los recalcitrantes le atizan todos los días porque sí, pero en el caso de las dolencias de la Selección no ha sido él quien abrió el melón. Lo estaba abriendo Luis Enrique cuando decía que a Piqué le veía “perfecto”, estaba dejando por mentiroso al jugador o por tonto a Del Bosque.

Ramos, ¿Capitán Trueno? Sergio tiene galones en la Selección para regañar a cualquiera, se lo ha ganado. Pero insinuar públicamente que dos jugadores engañan al seleccionador es pasarse de frenada. De ahí la matización posterior.

La transición. Once de los veintitrés futbolistas que están concentrados con la Selección para jugar ante Bielorrusia y Alemania no estuvieron en el fracaso de Brasil. Han bastado cuatro partidos para que la mitad de La Roja sea nueva. La transición no está siendo tan suave y tranquila como le gustaría al seleccionador. Suponiendo la obligada victoria en el partido de hoy, cuidado con el amistoso ante los campeones del mundo porque no estamos para llevarnos otro revolcón. Ya tuvimos bastante con el de Eslovaquia.

Guardiola y Laporta. Pep no volverá a entrenar al Barcelona. Es muy listo y sabe que el nivel de excelencia alcanzado en aquella gloriosa etapa es irrepetible y juzgaría terriblemente su nuevo periplo en el banquillo. Mientras tanto intenta echar una mano a Luis Enrique, que triunfará, dijo, pero que está sufriendo lo que Pep sabía que iba a sucederle al Barça. Por eso lo dejó. Por su parte Joan Laporta ha vuelto revoltoso a la escena culé y ya se mueve para volver a la presidencia del club. Sus sucesores se lo han puesto bastante fácil con tanto “éxito” en los despachos y en el campo. Pero Laporta ya no es el Elefant Blau de hace años. Ahora el auténtico elefante azul es Pep, que será presidente del Barça cuando lo desee.

El casting de la Real. Ha parecido algo grotesco el casting de entrenadores en la Real Sociedad, pero el mercado está ahora mismo así, sobran técnicos y los clubes pueden negociar con varios al mismo tiempo. Si algo tiene superior David Moyes a los otros candidatos es la repercusión mediática e internacional que les va a dar a los donostiarras. El escocés empezó fuerte diciendo que se parece más a Mourinho que a Guardiola ¡Que Dios le pille confesado!