'Calamity' James: a subasta 236 lotes de sus recuerdos tras declararse en bancarrota
Calamity. ¿Recuerdan a David James? Sí, David Calamity James, exportero del Liverpool, Aston Villa, de la selección inglesa hasta el Mundial del 2010. Hoy jugador-entrenador del Kerala Blasters en la Superliga india que acaba de inaugurarse. Con 44 años, no tendría necesidad de meterse en esos líos a no ser que le siga gustando eso del fútbol (que seguramente, sí) y que tenga problemas económicos. Y eso también. De hecho, se declaró en bancarrota el pasado mayo y se están subastando algunas de sus posesiones: unas 150 camisetas suyas (la de la final de la FA Cup del 2010, por ejemplo) o de compañeros (Lampard, Cech, Owen o Van der Sar), un equipo completo de DJ, 1.800 discos, una furgoneta, una sierra eléctrica, una Chopper... En total 236 lotes que se pueden adquirir por internet.
Todo a estrenar. James era ese tipo de futbolista que si tenía un coche y lo rascaba, se compraba uno nuevo. Hasta que se le acumulaban enfrente de su casa. O si se le ensuciaban los zapatos, no los limpiaba, sino que adquiría otros. Ganaba dinero cada vez que salía de casa, incluso de modelo durante una temporada. Creía que iba a cobrar 60.000 euros a la semana, lo que le pagaban en el Portsmouth, toda la vida.
Malas inversiones. Se suele decir que un cocktail letal de inconsciencia financiera, un divorcio caro, inversiones inadecuadas o malos consejos sitúan a menudo a futbolistas en situaciones complicadas como la de James. Hay unas palabras mágicas que suelen atraerles: quién les dice “te vas a ahorrar muchísimos impuestos” obtienen toda la atención de los futbolistas más ricos.
Larga relación. La lista de jugadores que han debido aceptar su situación y empezar de cero es impresionante: Gillespie, ex United y Newcastle, vio desaparecer los 8 millones de euros que ganó en su carrera principalmente en casas de apuestas. Hendrie (Aston Villa) lo perdió todo cuando su agencia inmobiliaria se hundió. El ex del Chelsea Babayaro, el ex del United Djemba-Djemba y el ex del Newcastle Euell pasaron por lo mismo.
Como en la NBA. En Estados Unidos, el 60% de los jugadores de la NBA se declara insolvente antes de que pasen cinco años desde su retirada. El 78% de los futbolistas, lo mismo… pero en tan solo dos años. ¿Cómo acaban así futbolistas de élite que pueden llegar a cobrar una media de 10 millones de euros durante toda su carrera? En el fondo no se trata más que de la inhabilidad de aceptar el cambio social y financiero que ocurre cuando se cuelgan las botas. Y hay más: les dejamos de enseñar demasiado pronto. Los endiosamos en demasía. Y también los hacemos viejos, y los abandonamos, antes de tiempo.