Undécima victoria consecutiva del Madrid, con un juego que cada día gusta más. Con cuatro centrocampistas jugones, un Benzema espléndido y un Cristiano acoplado al juego colectivo y que ya no es el angustioso arreglalotodo de siempre, avanza con una seguridad espléndida. Cristiano sigue siendo el mejor, sigue marcando sus goles, pero ya no cuelga todo de él, de sus carreras y sus trallazos. Ahora se gasta menos, combina más y juega en armonía con el resto. Todos juegan bien, todos se apoyan, todos van a una. Se suceden las victorias y los goles. En estas once victorias el resultado global es 46-7.

Y además se acuesta líder, tras adelantar al Barça. Digo ‘se acuesta’, no ‘es’ porque la jornada no está completa. Este mediodía juega el Sevilla en San Mamés, y si gana se colocará como líder. Pero en cualquier caso el Madrid ya ha adelantado al Barça y luce más rápido y saludable. El Barça perdió ayer su segundo partido consecutivo. Parte de la causa fue la buena noche del meta Sergio, pero no sólo eso. A este Barça se le ven las dudas en las alineaciones y hasta en los descartes. Y con Neymar, Luis Suárez y Messi le pasa lo que al Madrid con la BBC, que se recoge mal y queda demasiado expuesto atrás.

Visto un partido tras otro, la diferencia fue palpable. El Madrid es una especie de ‘Globetrotters’ del fútbol, un equipo que se exhibe, disfruta y gana de una forma plácida. El Barça aprieta los dientes, busca, no encuentra, va a tirones, depende de que Messi frote o no la lámpara. La pregunta en el Madrid es qué pasará cuando regrese Bale. Y no es mala pregunta. Pero en el Barça hay una pregunta o dos por cada línea. No es ya que esté por reconstruir, es que parece que no hay plan. Y, mientras, el Atlético a su buena bola: 4-2, fiesta junto al río con su puntito de emoción en el 1-1 y saludos cariñosos a Tebas.