'Chiquito' Tebas y los premios LFP

Premios polémicos. Javier Tebas ha conseguido que en los últimos días no pare de hablarse de los Premios LFP. ¡Enhorabuena! Lo ha hecho siguiendo el ejemplo de ‘Chiquito Blatter’, metiendo la pata y soltando mierda. En cuanto trascendió que había premios que no parecían justos, se congratuló proclamando que “la injusticia que pueda haber en los premios da ambiente”. ¡¡¡Todo sea por el ambiente!!! Y luego, para rematar la faena al estilo ‘Chiquito Tebas’, afirmó que si la “votación fuera libre, Cristiano no ganaría”. ¿Por qué, señor Tebas? ¿Porque algunos pensarían que es un “tal”, como dijo usted? ¿Qué es Cristiano? Finalmente, en vistas del guirigay en el que se había metido sentenció que el sistema de votaciones se va a cambiar para la próxima edición.

Las secuelas del Clásico. La disolución del Barça en la segunda parte del Bernabéu, al margen de la depresión que provocó en los puristas del Guardiolismo (era un equipo marca de Pep), abrió el debate sobre cuál es la idea que tiene Luis Enrique para su equipo cuando se enfrenta a rivales de cierto nivel. Jugar arriba con los tres delanteros puros, Messi, Neymar y Luis Suárez, deja una responsabilidad tremenda y un gigantesco trabajo a los tres centrocampistas. La media de edad del trío de medios azulgrana Xavi-Iniesta- Busquets, que comentamos en Carrusel con Valdano antes del inicio del choque, les aventuraba una faena muy sufrida como luego resultó. Luis Enrique debe estar dándole vueltas a la solución. ¿Rakitic fijo? ¿Jugar con cuatro centrocampistas? Mientras tanto, Lucho dice no estar preocupado y posa sonriente en sus odiadas comparecencias ante los periodistas. Cada vez que Luis Enrique sonríe en una rueda de prensa muere un gatito…

Los cuatro de Ancelotti. Del Madrid, sólo decir que tanto Carletto, como Florentino, como el propio Bale, saben que el equipo juega mejor con los cuatro centrocampistas que llevan ahora el mando. Ancelotti ha encontrado otra solución mágica. ¿Le durará o se la comerá?

El método Emery. Ya avisé en esta columna hace un mes de las buenas hechuras del Sevilla. Continúa el crecimiento del equipo de Emery, que ha conseguido enchufar incluso a los que no rascaban bola como Aspas o Reyes. Los jugadores sevillistas juegan con una guindilla en el culo y encima sonríen. ¡Ojo!