El Atlético ya se mueve de cara a la próxima temporada. En realidad, nunca ha dejado de hacerlo, puesto que los técnicos rojiblancos no paran de ver partidos siguiendo a futbolistas que puedan ser interesantes para el club madrileño. La entidad del Manzanares no puede competir económicamente con los más grandes del fútbol europeo y tiene que andar más listo y ser más rápido que ellos. El problema para clubes como el Atlético es que no tienen margen de error con los fichajes. Mientras que Real y Barcelona pueden errar, el Atlético, no.
Gracias a estar más despiertos que el resto, Agüero recaló en el Calderón. Y ahora lo ha hecho Correa, la nueva perla argentina, a la espera de que se recupere totalmente de la operación a la que fue sometido. Así llegó también Giménez, el defensa uruguayo tan pretendido por muchos equipos. Futbolistas jóvenes, con mucha proyección, con calidad y con ganas. Eso es lo que busca el Atlético. Y del acierto de los técnicos depende, en gran parte, el éxito futuro. Y en los últimos años se han equivocado poco.