Valverde provoca el debate

Sexta medalla de un Mundial para Valverde. Tercera consecutiva. Volvió a ser de bronce. El debate está servido. La figura de este ciclista promueve diferentes opiniones entre entendidos y aficionados. Pero en una cosa suelen estar de acuerdo: es un corredor de talento y clase extraordinarios, pero al que le falta la garra y la ambición del campeón. Como si se conformara con estar ahí, y prefiriera eso a arriesgar y quedarse sin nada. Puede ser cuestión de personalidad. Pero de lo que no hay duda es de que se trata de un ciclista enorme, con un gran palmarés. Este mismo año presenta un balance tremendo. Puestos a echar números, mejor que los de Quintana, Nibali y Contador, ganadores de las tres grandes Vueltas.

Mismamente su balance en el Mundial no lo tiene nadie en cuanto a número de medallas. Siempre se dijo que el Mundial tiene mucho de lotería. Lo que no es una lotería es estar siempre entre los mejores. Y Valverde lo está. Su mérito tendrá. Freire también lo estuvo, y además ganando. Por eso está en los altares. A Valverde, en cambio, se le discute. Todos los años le sucede algo, pero sólo sucede a quien está metido en la pelea. Rara es la vez que Valverde no lo está. Por eso hay que aplaudir una regularidad que ningún otro ciclista tiene. ¿Que podía haber conseguido más de lo que ha logrado? Seguramente. Mas no por ello hay que restar valor a sus éxitos. El de ayer fue uno más que añadir a su carrera. El enésimo.