Dos avisos a Benzema
Hay jugadores capaces de concentrar muchos goles en muy poco tiempo. Llegan al partido tarde, en un mar de fatiga, disparan y después preguntan. Son una rareza pero existen, especialmente en el Manchester. Jugando los últimos minutos hizo carrera allí Solskjaer, el asesino con cara de niño, que completó su obra maestra en aquella final de la Champions del 99 entre los diablos rojos y el Bayern. Decidió un gol suyo en el minuto 92. Llevaba sólo diez en el campo.
De esa pasta es Chicharito, delantero de poca participación y continuidad, sospechoso para utilizarle 90 minutos, pero un tiro en partidos descosidos. Habría llegado otro si el Madrid le hubiese buscado las zapatillas a Benzema, pero el plan era no incomodar al francés, de moral frágil, buscándole un suplente confeso. Otra cosa es que Benzema siga ciego, que quien se incomode sea el Bernabéu, que Chicharito meta dos goles como dos templos en 14 minutos y que no exista el plan perfecto.