En Suiza somos realistas...
Partamos de la base de que, en el fútbol, todo es posible. Nada es inalcanzable. Pero si algo tenemos los suizos y, especialmente los aficionados al fútbol suizos, es que somos realistas. Muy pocos ven al Basilea logrando sacar aunque sea un punto del Bernabéu. El principal argumento para pensar así es que la defensa es el punto débil del equipo. Para empezar, viene de encajar el pasado fin de semana un 3-1 en Zúrich contra el Grasshopper, que hasta entonces llevaba un triunfo y tres derrotas... Atrás es frágil y no lo soluciona ni el fichaje de Samuel, a lo que hay que sumar los problemas en el lateral derecho. Ante esa perspectiva, es complicado pensar que el Basilea puede frenar el torrente ofensivo que a buen seguro va a desplegar el Real Madrid hoy.
Pese a todo, el Basilea llega a la cita con un gran historial reciente contra equipos grandes. Una serie de proezas basadas en dos aspectos fundamentales. En primer lugar mantiene una base fuerte desde hace varios años con Streller, Delgado, Frei, Schär... Y además cuenta con un segundo factor a favor: los clubes poderosos conocen poco al Basilea. Les pillaron confiados y se lo hicieron pagar. Ahora, llega un equipo en manos de Paulo Sousa. Se ha estrenado tomando decisiones no muy populares. La primera, cerrar los entrenamientos, algo inaudito para un hincha suizo, acostumbrado de toda la vida a verlos sin trabas. El equipo también deja dudas y hay escepticismo sobre el técnico portugués...
Sebastian Wendel es redactor de Die Nordwestschweiz.