El gran golpe de Contador

Etapa grandiosa. La clasificación en la meta fue un reflejo del altísimo nivel que tuvo. Llegaron por este orden Contador, Froome, Valverde, Purito y Aru. Exactamente el mismo que siguen los corredores en la general. Quiere decirse que nadie se guardó nada. No hubo escapadas consentidas ni pactos para ver quién ganaba. Por delante, 186 kilómetros y cuatro puertos; el último, los Ancares, de aúpa. Encima, Purito atacó nada más empezar éste. En juego estaba la Vuelta y se trataba de dirimir quién es el mejor. No hubo etapa más justa por lo dicho anteriormente: el orden de llegada fue el mismo que como, previsiblemente, acabará la Vuelta. La crono de hoy, 9,7 kilómetros, no da para recortar las diferencias que hay entre ellos.

Pudimos vivir el duelo soñado. Froome contra Contador. Lo que no se vio en el Tour, lo vimos en la Vuelta. Los dos, cara a cara. Primero tuvieron paciencia ante el ataque de Purito; después, cuando se quedaron solos, Froome comenzó a tantear las fuerzas de Contador. Resultó inútil. “Si esto es sólo lo que tienes, adiós”, pareció decirle Contador al aproximarse la meta. Y se fue. Todo un golpe de autoridad de quien se dispone a ganar su sexta gran vuelta ante un rival que será todo lo cualificado que se quiera, pero con dos años menos no registra más que sólo una grande (Tour 2013) en su palmarés. Contador necesitaba de esta victoria y ya la acaricia. Después de haber ganado, además, las dos etapas reina de la carrera. ¡A lo campeón!