Casillas, quince años y los que queden
Casillas cumplirá ante el Atlético quince años y un día en la portería del Madrid. Apareció ante el Athletic, en San Mamés, con sólo dieciocho años. Entonces era todavía un adolescente con el físico por rematar. Apareció en circunstancias muy difíciles, con Illgner lesionado y con Bizzarri fracasando de tal modo que Toshack llegó a decir: “Cada vez que va un balón hacia nuestra portería cierro los ojos y me echo a temblar.” Aquel Casillas no tenía patada para sacar los fueras de puerta, se retrasaba Hierro para hacerlos. Era muy frágil para los choques. Pero ya tenía su velocidad de reacción prodigiosa.
Quince años en la portería del Madrid es mucho tiempo. Con todo, no es un récord, o quizá sí. Me explico: García Remón y Miguel Ángel compartieron durante un periodo así de largo la portería. Contemporáneos, García Remón fue titular en el arranque y en el final, Miguel Ángel lo fue en los años intermedios. Estuvieron ese tiempo, pero compartiendo la portería. Casillas ha hecho los quince años como propietario, salvo algunos amagos de César al principio y los recientes y polémicos episodios de suplencia. En paralelo, ha ido sumando hasta 157 partidos en la Selección, récord absoluto.
Ha llegado ahí por un instinto excepcional para resolver situaciones imposibles, un valor añadido a su velocidad de reflejos, extraordinaria. Y con un cierto ángel protector, que pareció abandonarle de golpe cuando Mourinho le puso en el disparadero. Le hizo estar en lenguas, lo pasó mal y perdió el sitio en el sentido taurino del término. Por eso fue un placer volverle a ver parar con ligereza y soltura el otro día en Valencia. Hemos temido por él, parece que está de vuelta. Quince años son muchos, pero aún le pueden quedar varios por delante. Su futuro vuelve a estar en sus manos.