Es un soplo de aire fresco

Ya lo pensé el día que se anunció su fichaje: los mismos madridistas que criticaban a Chicharito pedirán pronto que ocupe el sitio de Karim Benzema en el equipo titular. Pero después de compartir casi dos horas con el mexicano anoche, después de escucharle con atención, sé que no va a caer en la trampa de ver en el francés a su enemigo personal. Es mucho más listo que eso. Javier Hernández es de los que vienen a sumar… No a restar. Tengo que reconocer que resulta imposible no querer a este chico tan natural, tan sencillo, tan alegre. Y tan sano. Me consta que Carlo Ancelotti está encantado de tenerle en el Madrid y creo que todos entendemos por qué. En un mundo del fútbol donde tantos jugadores se enfadan por tonterías, ponen mala cara y parecen desilusionados a pesar del dinero y de la gloria, el optimismo comunicativo de Chicharito es un soplo de aire fresco.

Se ha ido para Manchester un futbolista que, con su actitud y sus palabras, insultaba al Madrid, y nos ha llegado desde allí un profesional alegre cuya ambición es tan grande como su sonrisa. Anoche en el Chiringuito de Neox, contó el mexicano que Lucha, su abuela, suele decir que “los tiempos de Dios son perfectos”. Tiene razón, siempre es un buen momento para recibir en Madrid a alguien como Chicharito. Y a sus goles.