Un bonito final con Ruth Beitia

No hubo mejor manera de cerrar los Europeos de atletismo: Ruth Beitia, medalla de oro. Ruth Beitia representa muchos de los grandes valores del deporte. Para empezar es una de las imágenes del deporte limpio. Siempre ha condenado el dopaje, y cuando la Operación Galgo salpicó al atletismo, fue de las primeras en ponerse al frente de la manifestación para pedir que se llegara hasta la últimas consecuencias. También es una buena representante de que el deporte de élite no tiene por qué conducir a prácticas extremas ni agonísticas. Ella está consiguiendo sus mejores resultados después de que se retirara tras los Juegos de Londres 2012, y meses después decidiera volver a los entrenamientos de una manera lúdica.

Junto a Ruth Beitia también subió al podio Diana Martín. Javier Guerra y Eusebio Cáceres se quedaron a las puertas. La sensación que dejó el atletismo español en esta última jornada fue realmente buena. Parece que comienza a levantar cabeza. De cuatro medallas y 15 finalistas en los Europeos de Helsinki 2012 hemos pasado a seis y 22, respectivamente. Como dijo Ramón Cid, el seleccionador, ha habido cosas muy buenas y cosas muy malas. Las buenas las conocemos; las malas hay que erradicarlas. Malas son, por ejemplo, clasificar 21 atletas entre los ocho últimos, sin contar los abandonos. Y peor aún es llevarlos esperando milagros que en el atletismo no existen. La responsabilidad no es sólo de ellos; también de quienes les llevan.