Luis Suárez sí podrá jugar el Clásico

Luis Suárez se entrenó ya ayer con el Barça. El TAS fue parcialmente magnánimo con el jugador, anulando una parte del castigo, esa rara orden de alejamiento de todo tipo de recintos futbolísticos. Mantiene, sí, los cuatro meses, pero en ese tiempo al menos podrá entrenarse y jugar amistosos, el primero de los cuales será el lunes, en el Gamper. Aquella fue una sanción excepcional, como correspondía a un hecho excepcional. Ahora se dulcifica en parte, tras sus manifestaciones de arrepentimiento, tardías (hizo deslizarse al propio presidente de la nación), y la petición en su favor de Chiellini.

Chiellini fue en realidad quien lo denunció con su actitud inmediata, mostrando espantado el mordisco, foto que se vio profusamente. Sin eso, ni nos hubiéramos enterado ni hubiera habido sanción. Pero pasados el sobresalto y la indignación, y conocida la sanción, habrá pensado en aquello de que hay que odiar el delito y compadecer al delincuente. Lo mismo pienso yo. Verle ayer en el telediario llegar al entrenamiento con Iniesta (comparten agente, Pere Guardiola) y las imágenes trabajando con los compañeros, y saber que el lunes podrá jugar, deja la sensación de que ya empieza su rehabilitación.

Pero lo que sea de él lo resolverá él mismo, no el TAS ni nadie. Mordió a Bakkal en Holanda, a Ivanovic en Inglaterra y a Chiellini en el Mundial. Y dirigió insultos racistas a Evra. Todo eso le ha acumulado 46 partidos de suspensión, de los que le quedan por delante veinte, curiosamente más con el Barça (11) que con Uruguay (9). Ayer se aclaró que la sanción cumple el 24 de octubre a medianoche, así que su reaparición podría producirse ante el Madrid en el Bernabéu, fuere este partido el sábado 25 o el domingo 26. Las travesuras del fútbol. Nunca podemos dejar de hablar del Clásico. Siempre está ahí.