Bale bien, Isco sin sitio y mal Casillas

Van Gaal no quería esta competición, pero bien puede ganarla y ya pondrá mejor cara. Su Manchester es campeón de grupo y, por ende, finalista. El Madrid fue poco enemigo anoche. Anduvo bien en el arranque de la segunda parte, unos veinte minutos, pero nada más. Antes, en la primera mitad, y luego, en la cuesta abajo final del partido, fue menos. Jugó peor que los dos partidos anteriores. El Madrid se vuelve con dos derrotas y un empate, muy mal saldo, pero no hay que preocuparse más de la cuenta. Al Madrid le han faltado muchos jugadores, por el Mundial. A sus rivales, muchos menos.

No, esto que ha jugado en Estados Unidos no era el Madrid, aunque pretendiera fungir de tal. Era Bale y poco más. Los mundialistas no están en forma, Illarra no despega y lo de Isco de nueve de circunstancias no termina de parecer verosímil. Las conclusiones de este torneo son esas: que este curso, Bale, liberado de los condicionantes del pasado (incorporación tardía, dolores) va a ser un trueno, y que andar por la vida con un solo nueve es peligroso, porque si falta no hay remate. El Madrid ha rematado muy poco en este campeonato, tanto cuando jugó bien (los otros partidos) como cuando jugó mal (ayer).

Y Casillas. Lo dejo para el final. No está, se parece a esos toreros que pierden el sitio. En los tres goles del Manchester United quedó la sensación de que pudo y debió hacer más. Terminó el curso pasado con tres partidos malos, tres partidos que vio la afición de todo el planeta. Empieza este mal también. Ante el Roma no le chutaron. Ayer sí, y fue muy vulnerable. Qué le pasa es un misterio, pero ha dejado de ser el que fue. Vendrá Keylor y se irá Diego López, pero en todos nosotros bulle, sobre todo, la necesidad y el deseo de que Casillas recupere el sitio y el ánimo. Esto no puede terminar así.