Fondo Sur, ultras y el modelo Laporta
El Madrid va a acabar con la concentración de radicales en el Fondo Sur. Trata de salir así de un embrollo en el que el propio club se ha ido metiendo de cabeza. Cuando llegó Florentino, los ultras estaban arriba, desplazados de su lugar tradicional, consecuencia de aquella jaimitada de la portería el día del Borussia. Florentino les bajó, esperando obtener de ellos buena conducta a cambio de prebendas. Lo que hacen todos. Pero con la llegada de Mourinho se sintieron importantes en su papel de acoso a la prensa y a Casillas, se vinieron arriba como pedo de buzo y llegaron los problemas.
El asunto desembocó en una escisión, peleas por el control de las prebendas e intervención del club para separar ‘los buenos’ de ‘los malos’. Fue aquello de la ‘grada joven’, donde había talluditos que difícilmente entraban en tal definición. Pero se premiaba a afines, como los de ‘La Clásica’, que habían puesto aquella odiosa pancarta de Mourinho, el dedo y el camino. El experimento no salió bien. El Madrid empezará la Champions con un sector cerrado, por exhibición de símbolo nazi en el partido del Bayern. Ahora el Madrid les saca de ahí, les lleva más arriba. Volvemos donde estábamos...
Se trata de evitar esa zona del Fondo Sur, que está marcada. No es mala idea. Pero la mejor idea es el modelo Laporta: acabar con eso sin contemplaciones. Al fútbol van unas 70.000 personas, pongamos por caso. Si en un sector reuniéramos a los 200 más inteligentes o más virtuosos, probablemente obtendríamos efectos muy benéficos. Pero nadie lo ha intentado. Esos van dispersos. Lo que hacemos es reunir a los 200 más voceras, agresivos y cantamañanas, y el resultado no puede ser otro que el que es. Por cierto, Laporta ganó seis títulos en un año sin necesidad de ‘grada de animación’.