‘El jefecito’ y la tableta de Van Gaal

Le conocen como el Jefecito y Mascherano no rehuye al sobrenombre. Líder espiritual de la selección y como aquel que dice de la Argentina, el medio sentó a sus compañeros en el vestuario antes de medirse a Bélgica en cuartos y verbalizó un discurso que ensalzó tanto a los suyos que algunos lloraron. “Estoy cansado de comer mierda”, arengó a la plantilla de Sabella, sabedora de que ganar la Copa del Mundo en Brasil no será sencillo, aunque tampoco imposible.

Por ese motivo Mascherano quiere más. Hoy les tocará lidiar ante los holandeses, un equipo al que algunos trataron de ridiculizar antes de comenzar el Mundial, pero que dejó las cosas claras desde su primer momento. Los subcampeones de 2010 enseñaron el camino de salida a España tras la primera jornada. El 1-5 a la selección favorita a revalidar el trofeo y a grapar un ciclo histórico (hasta ese momento Eurocopa-Mundial-Eurocopa) puso en alerta al resto de rivales: muchos de los chicos del viejo Louis son jóvenes, pero no cojos y eso lo tienen apuntado en el vestuario argentino.

Van Gaal, como su selección, se modernizó. Atrás dejó aquella famosa libreta que le acompañaba a todas partes y en la que lo anotaba todo. Ahora va con una tableta (tablet para los anglófonos) en la que marca las tareas obligatorias innegociables. Entre ellas y por encima de todas estará la de parar a Messi. Leo puede convertirse en el primer futbolista en ganar él solo el Mundial y levantar los más de cinco kilos que pesa el trofeo en Maracaná: eso sería lo máximo.