Argelia salvó anoche el honor africano
Por fin un equipo africano ha protagonizado un encuentro memorable en el Mundial de Brasil. Argelia no sólo dio la cara ante Alemania sino que ha sido superior en varias fases de un juego trepidante y un toma y daca sin concesiones en el que ambos equipos han puesto en el césped todo lo que hacía falta para completar un partido espectacular.
Argelia ha sido una máquina en ebullición, unos atletas con pulmones de caballo, como les había definido, en la víspera, el meta alemán Neuer, quien por cierto fue el principal referente y valedor de una defensa que casi siempre se vio superada por la velocidad de los puntas norteafricanos. Preocupaba el estado físico de los argelinos a los que el encuentro ha cogido en pleno Ramadán, pero el espíritu que han desarrollado en el campo los hombres entrenados por Halihodzic ha superado con creces cualquier hándicap, ya que su despliegue físico ha sido superior al de los alemanes, excepción hecha de unos minutos anteriores al descanso, cuando los teutones dispusieron de la pelota y crearon ocasiones de gol desbaratadas por el formidable M’Bolhi.
Muy bien Feghouli, Slimani y Brahimi imponiéndose con presión y personalidad a unos alemanes que tuvieron que emplearse a fondo para poder superar al mejor representante africano de unos Mundiales que han visto desfilar sin pena ni gloria a Nigeria, Costa de Marfil, Camerún y Ghana. Y todo ese de juego y ganas realizado sin jugadores rutilantes ni galácticos, dieciséis de ellos nacidos, sí, en Francia, pero que dieron a su país y a todo el continente africano, una lección de pundonor, entrega y fútbol.