Mujica resbala y Luis Suárez rectifica

Estos octavos engrandecen el fútbol a golpe de prórrogas. La de ayer en el Alemania-Argelia volvió a ser tremenda. Argelia mantuvo muy bien el tipo ante los alemanes, cuya defensa adelantada deja que desear, aunque lo remedia la atención y el acierto de Neuer en las salidas a campo abierto. Por arriba, Alemania mantiene su poder de siempre, con jugadores que imponen, sobre todo en los córners. Pero Argelia dio una lección de compromiso y de talento para salir. Todo ello reunido produjo un partido emocionantísimo, resuelto en una prórroga en la que Argelia no se rindió ni cuando perdía 2-0.

Antes había pasado Francia, ante Nigeria. Nos quedamos sin África, pues. Francia pasó porque fue mejor, pero lo fue más a partir de entrar Griezmann, una estupenda baza de ataque, a cuyo lado Benzema se vino arriba. Francia-Alemania en cuartos, pues. No se ha producido un Francia-Argelia que se temía allá de los Pirineos, porque a la clasificación de Argelia para octavos siguieron algaradas entre la extensa comunidad argelina que vive en Francia, y un choque entre ambas selecciones hubiera podido producir acontecimientos indeseables. Ya no pasará. Argelia se va, pero con honor.

La jornada nos trajo también el regreso de Uruguay, que sirvió para que Mujica, para mi dolor, sacara los pies de tiesto llamando “manga de hijos de puta” a los de la FIFA. Un exceso verbal tremendo, cualquiera que sea la consideración que se tenga hacia esas personas. Exceso tanto más sensible por cuanto lo hace el presidente de un país, hombre de singular prestigio, y lo hace en defensa de un hombre, Luis Suárez, que ayer emitió un comunicado pidiendo perdón en el que dice todo lo contrario de lo que sostuvo hace tres días. ¡Qué fuerte es el fútbol si provoca reacciones así hasta en gente como Mujica!