La ACB se pega un tiro en el pie

El Barcelona, justo campeón de Liga, había perdido a mediados de diciembre contra el Bilbao, el Obradoiro y el Unicaja. Tres derrotas en nueve jornadas. En la Euroliga no le iba mejor. También tres derrotas en nueve jornadas, alguna bochornosa —ante el Nanterre en el Palau—. La cosa no mejoró en Navidad. Nuevas derrotas en la Liga, frente al Madrid y el Baskonia. Luego vendrían dos más —la temporada pasada fueron once—. El Barcelona iba quinto, pero no había crisis. Ya vendrán los playoff, decían. Y el público se lo tomaba a rajatabla. Rara vez se alcanzaban los cinco mil espectadores. Esperaban su momento. El de ayer. Como ha sucedido repetidas veces desde que existen los playoff. Mientras el Barcelona se ajusta, el Madrid se desgasta.

Así es la Liga ACB. No es que sea una fórmula injusta, pero sí para listos o para quienes no sienten la presión de ganar siempre, presión que sí existe en el Madrid. Como se ha visto más claro que nunca que la fase regular no vale para nada a efectos del título —que se lo pregunten al Madrid— la ACB se ha pegado un tiro en el pie. Los playoff son una invitación a los aficionados para que no se interesen por la Liga: “Señores, la Liga regular importa un pimiento. Nos vamos a pasar siete meses jugando pachangas. Cuando esto vaya en serio les avisaremos”. Lo malo es que cuando les avisan, ya se han ido. Audiencia media del playoff en todo un Madrid-Barcelona: 855.000 telespectadores. Y con tres partidos por La 1. Los playoff son la gran mentira.