Sampaoli y su defensa improvisado
En Pamplona alucinan. Al propio Silva le sorprendió en su día la ocurrencia. Pero Sampaoli no se ha desviado un centímetro de ella, una idea estrafalaria, irreverente incluso, que se le encendió hace tiempo, casi nada más conocer que España sería uno de sus rivales en la primera fase del Mundial. Utilizar al centrocampista de Osasuna como defensa, una posición en la que no había jugado en su vida. Y en una demarcación un tanto en desuso, la de líbero, partiendo entre los dos centrales pero con capacidad para despegarse y torpedear la zona de entrelíneas de España, por la que acostumbra (o acostumbraba) a dibujar maravillas. El técnico probó el experimento en marzo, en el coreado amistoso ante Alemania, y apuntó un visto bueno en su cuaderno: Silva jugará como defensa escoba el 18 de junio.
Así que Silva será el hombre clave ante La Roja (la nuestra) en una variante táctica muy parecida a la exhibida por Holanda en el 1-5 del viernes (el cuerpo técnico chileno lamenta que Van Gaal reventara la sorpresa del invento al reproducirla por anticipado). Y, al tiempo, un sistema muy poco trabajado por la selección salvo en estos intensos días de entrenamiento en Toca da Raposa. Frente a Irlanda del Norte volvió a ensayar el entrenador argentino con el Gato de zaguero, a ganar minutos de práctica del plan, y volvió a quedar satisfecho. Aunque por lo que tiene de ocasional el riesgo verdadero de la fórmula es el acoplamiento.